sábado, 17 de noviembre de 2007
Sime-one
El Cholo es el candidato número uno para suceder a Passarella: es el elegido del presidente Aguilar y de los dirigentes más pesados, y el ofrecimiento es inminente. ¿Ramón Díaz? Ni lo llamarían...
El juego de la silla, o del banco de suplentes de River, ya dejó parados a algunos entrenadores. Unos cuantos. El entretenimiento post Passarella quedó entre dos: Ramón Angel Díaz y Diego Pablo Simeone. Pero el asiento, bien acolchonado, ya está preparado sólo para uno...
El Cholo es, hoy, el número uno en la carrera por ser el técnico de River. ¿Y el Pelado, el otro candidato, el que los hinchas votan como preferido en la mayoría de las encuestas? No hubo llamados. No hubo, hasta ahora, siquiera intenciones de comunicarse. Y, dicen, no la habrá. Todos los caminos conducen al actual técnico de Estudiantes: por perfil, por idea futbolística y por el peso que, dentro de River, tienen los dirigentes que bancan la llegada del ex capitán de la Selección Argentina.
Este último dato no es menor. José María Aguilar y el secretario Mario Israel prefieren al Cholo y contarían con el apoyo de los vicepresidentes Julio Macchi y Domingo Díaz. No es poca cosa, desde ya. ¿Que el presidente dijo que quiere escuchar las opiniones de los demás hombres de Comisión Directiva? Lo hizo. Y Olé ya tanteó el mapa político. Son, en total, 25 dirigentes: diez mencionarán a Simeone como uno de sus predilectos, una docena se pronunciará a favor de la vuelta de Ramón Díaz (entre ellos Antonio Caselli, vocal del oficialismo disidente, que hasta mandó un comunicado de prensa) y el resto tenía en mente a Carlos Bianchi, Enzo Francescoli o el Tolo Gallego, que ya están fuera de carrera porque descartaron conducir ahora el barco. Sin embargo, el ideal de cada uno no es tan lineal: la mayoría tiene o tenía segunda opción. Frases como "a mí me gustaría Ramón, pero como sé que no va a venir, podría ser Borghi", o "me gusta Pumpido, que conoce el club y podría llegar con el Negro Enrique" se oyeron a través de la línea telefónica. Aunque no existen chances concretas para ellos, Astrada y Labruna.
¿Lo concreto, lo real? Diego Simeone. Hace un mes ya hubo un acercamiento —desmentido mientras Passarella todavía era el técnico de River— y en las próximas horas habría un ofrecimiento formal para que se haga cargo del plantel, a pesar de que su vínculo con Estudiantes vence en junio y lo quieren retener.
En sintonía. El estilo Simeone encaja a la perfección con el perfil que busca Aguilar, quien originalmente pensaba en el Loco Bielsa (imposible desde que asumió en la selección de Chile) o en Bianchi (dijo que no por su vínculo con Boca). El Cholo gusta del fútbol ofensivo, mira a las Inferiores, tiene perfil bajo ante los medios (es raro escucharle declaraciones socarronas o agresivas) y suele ser bien recibido en los grupos. Contratarlo tiene una sola contra en cuanto a las relaciones (agrietar el vínculo con Estudiantes) y el lógico riesgo deportivo: nadie sabe cómo puede salir la apuesta. El Cholo no es del riñón de River. Y River no es Estudiantes.
Ir por Ramón Díaz, como dice un dirigente, "es un arma de doble filo: va a caer bien en la gente, pero si no le traés lo que pide te va a destrozar". Sería, también, una derrota política importante para Aguilar, quien no le renovó el contrato después del título que el Pelado ganó en el 2002. "Si lo contrata, le tiene que dar las llaves del club para que haga lo que quiera y quedarse sentado en el sillón de su oficina esperando que gane...", ironizó —aunque con algo de razón— un allegado al presidente.
En algún momento se manejó la posibilidad de intentar un acercamiento con Ramón, suponiendo que se negaría por la mala relación que tiene con Aguilar y porque quiere dirigir a San Lorenzo en la Libertadores. Así, la conducción quedaría cubierta frente a posibles críticas de los hinchas de River. ¿Y si dice que sí? ¿Si deja todo y vuelve? "Es un riesgo que Aguilar no va a asumir, todavía tiene opciones", comentan en el club.
Esas opciones, en estos momentos, arrancan y terminan en el candidato que tiene la banca pesada, el perfil conciliador. Es el único. El primero de la fila. Sime... one. Uno para River.