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Mientras River se despedía del Apertura, José María Aguilar y Mario Israel iniciaban el operativo para cerrar la contratación de Diego Simeone. Los contactos fueron informales y, fundamentalmente, a través de allegados al Cholo. Por ahora, la dirigencia de River mantiene la cautela pero entre mañana y el martes hará oficial el interés por el ya ex DT de Estudiantes. Es más: la negociación se presenta tan favorable que en Núñez estiman que antes del fin de semana podrán anunciar públicamente a Simeone como el nuevo técnico.
Algunos directivos ya manejaban el dato de que el Cholo se alejaría de Estudiantes, que no logró cumplir con las exigencias del DT con respecto a los refuerzos para la Libertadores. Sin embargo, Aguilar se mantuvo firme en su postura de no acercarse a Simeone mientras estuviera ligado al club de La Plata. Para ser coherente con su discurso, JM quiere dejar pasar las horas y esperar que se enfríe la renuncia del Cholo para después ir a la carga con todo. Dentro de esta estrategia, Aguilar mandó un hombre a Chile (nadie quiso contar de qué dirigente se trata) para charlar con el Bichi Borghi...
Obvio, sería sólo una maniobra de distracción. Porque, sutilmente, el presidente ya se encargó de hacerle saber al Diego de la gente de River que las puertas del Monumental están abiertas para él. La respuesta fue positiva: los allegados a Simeone aseguran que el hombre del cuchillo entre los dientes está entusiasmado con la oportunidad. Por lo tanto, el acuerdo no demandaría más de un par de días.
Incluso, entre las conversaciones ya empezaron a surgir nombres: Javier Pinola como lateral izquierdo (24 años, ex Racing, hoy en el Nürenberg de Alemania), Sebastián Domínguez como central (está a préstamo en Estudiantes, pertenece al empresario Kia Joorabchian) y el Loco Abreu (Los Tigres de México) serían prioridad. También suena Castromán (en América), por el momento en un segundo plano.
El panorama es claro: se viene Simeone. Y deberá traer el cuchillo y algo más.
