"El momento no es bueno, vamos a ver qué hablamos con los dirigentes", aseguró Simeone. ¿Qué quiso decir?
Hasta ese momento sus palabras no se salían del contexto del partido. Que "no supimos aprovechar las situaciones de gol", que igual "el equipo tuvo valentía para seguir buscando" … Pero con una sola frase, al pasar y en respuesta a la pregunta rutinaria de ("¿Cómo es el momento?"), Diego Simeone planteó el interrogante sobre su futuro ya no para diciembre sino para después del domingo: "El momento no es bueno. Vamos a ver qué hablamos con los dirigentes antes del partido con Argentinos".
El Cholo está contrariado porque no encuentra el camino futbolístico. Su preocupación la hizo explícita tras Lanús y con el silencio tras el 2-2 contra Tigre. Ayer sumó un capítulo, y su respuesta puede interpretarse en dos sentidos: o está evaluando su salida tras el partido del domingo o busca un mimo más masivo de los dirigentes.
Y en este contexto no debe soslayarse la situación de Verón, objeto también de contrariedad para el
DT: en el último tiempo no sólo no tuvo palabras de confianza para superar el momento sino críticas directas hacia los dirigentes y elípticas hacia el Cholo.
