jueves, 13 de diciembre de 2007

El Burrito entre los dientes



El DT considera al jujeño un crack por evaluar: quiere hablar con él y convencerlo para que la rompa como su "enganche con más recorrido".

El padrinazgo de Passarella, la picaresca de Ramón Díaz, los desplantes de Ranieri en Valencia, la ambición y el tacticismo de Bielsa, los mimos de Gallego, los desaires del inglés David Platt en Sampdoria, la motivación de Valdano, la vehemencia de Pumpido, el apoyo de los italianos Spalletti (otro en la Samp) y Malesani (Parma), la bondad de Pomelo Ribecca, la rectitud del chileno Juvenal Olmos, el rigor del alemán Werner Lorant en Fenerbahce, el paternalismo del Coco Basile en el Mundial del 94... Mañana es 14, número fetiche para Diego Simeone, y se cumplen 16 años del debut de Ariel Ortega en Primera. Técnicos de distintas nacionalidades, culturas, ideas, tácticas, usos y costumbres trataron de moldear a un Burrito de potrero. Y no siempre lo consiguieron.

¿Qué le tiene preparado este Cholo con quien el jujeño compartió un largo recorrido en la Selección? La gran pregunta que se hacen muchos en Núñez empieza a tener una respuesta en lo que Simeone piensa de Ortega. Que es un crack al que debe evaluar.

¿Que debe qué cosa?

Es necesario ubicar la palabra evaluar en un contexto. Y acá y ahora, evaluar es hablar con su ex compañero, con ese "crack" que todavía deslumbra más allá de sus problemas. Con este ídolo que en marzo cumplirá 34 años y que también necesita definir ciertas cuestiones: desde la interna del plantel y la falta de hambre de algunos juveniles, hasta la deuda que el club mantiene con parte del grupo y los refuerzos que vendrán.

Ortega no es como esas estrellas que hacen pedidos excéntricos para su camarín, pero cuando le molesta algo lo dice. Y a veces lo hace sin filtro. Está entusiasmado con la llegada de Simeone ("nos llevamos bien y siempre tuvimos una relación de respeto", dijo) y de una buena vez quiere sentir en carne propia algo que él conoce como nadie en este machucado plantel pero que no pudo lograr desde que volvió al club: ser campeón. Ortega no quiere sentir más vergüenza...

"El nuevo técnico tiene que saber que River debe salir a atacar, jugar con tres puntas y un solo cinco. No creo mucho en el verso de la táctica: creo en los jugadores y en los estados de ánimo", fue la última declaración pública del Burrito, que terminó el año lesionado y jugando de doble enganche con Buonanotte.

"La palabra enganche es peligrosa. Me gusta el enganche, aunque con otro recorrido. Fijate dónde terminó jugando Zidane, un prototipo de enganche. O dónde juegan Kaká, Ronaldinho, Totti, Pirlo o Robinho. Creo que hoy, el enganche tiene que ir por otros sectores y agrandar el recorrido", es una máxima de Simeone.

Acá es donde llega el segundo gran interrogante alrededor de Ortega. ¿Dónde encaja en el 3-3-1-3 flexible que prefiere el Cholo? El jujeño no puede ser extremo onda Salgueiro o Piatti en Estudiantes porque ya no tiene la velocidad de un purrete. Mucho menos centrodelantero porque nunca lo fue. O sea, es enganche, enlace, creativo... Es difícil encasillar a Ortega en un lugar definido. Tal vez Bielsa haya sido el único que consiguió encapsularlo en aquel palo a palo con Roberto Carlos en la Copa América del 99.

Ese "enganche con recorrido" del Cholo en Estudiantes fue Verón, que de Ortega puede tener algún regalo cuando compartieron el seleccionado. Y agregarle más recorrido a este Ortega sería como agregarle pelos a este Verón. ¿Entonces no hay lugar para el jujeño en un equipo de Simeone? Para nada. Los cracks nunca pueden faltar. Y el Cholo lo sabe. Su desafío será encontrarle lugar. Y el de Ortega, jugar. Como jugó siempre.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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