lunes, 19 de noviembre de 2007
El técnico de la plata
En Estudiantes sacaron las garras: aseguran que si el Cholo se va a River, los deberá indemnizar. El monto, obvio, es millonario. Por eso se reposicionó el Pelado.
El contrato de Diego Simeone puede disparar el enfoque que River le dará finalmente a la búsqueda de su nuevo técnico. En las últimas horas se informó que el Cholo tendría que resarcir a Estudiantes en una alta suma si es que no cumple con el vínculo que vence en junio del 2008. Esta situación traba el juego de seducción con uno de los candidatos. Y, en consecuencia, potencia los otros caminos. Principalmente un camino que va de Núñez hacia La Rioja.
El pope máximo de Estudiantes que tiene el cargo de vicepresidente, Julio Alegre, le comentó a sus íntimos que el interés de River por Simeone es un problema que quedaría enquistado en Núñez. Alegre, además, consideró que los costos de una maniobra de esta naturaleza los asumiría el club interesado. Esta posición está abonada por una última recomendación de AFA, que no fue escrita pero sí planteada, en la cual se les habría pedido a los dirigentes no meterse con la mano de obra contratada por otras instituciones.
Lo concreto es que la salida de Simeone de Estudiantes tomó un sentido contrario al de la última semana. Según el secretario del club, Julio Arias Navarro, el Cholo no dispone de esa cláusula de rescisión. Y entregó un dato novedoso: "Si decide irse, deberá indemnizar al club". Y eso en plata vale 500.000 dólares, una cifra oficiosa que se maneja en La Plata. "De todos modos, estamos armando el año que viene y contamos con la continuidad del Cholo, con quien el presidente y el vice están manteniendo reuniones referidas al futuro plantel y a los posibles refuerzos".
Esta dirigencia de Estudiantes ya sufrió un resabio de descontento popular cuando no logró evitar la partida de Reinaldo Merlo. A Mostaza no le pudieron cobrar este tipo de resarcimiento porque estaba rubricada la posibilidad de partir antes del final de su contrato -sí se recibieron 270.000 dólares por parte de Eduardo Solari cuando, en 1994, se fue con su hermano Jorge a dirigir la selección de Arabia Saudita-. Sin embargo, el humor de la calle no les perdonó a Alegre y compañía que el DT de la voz arenosa arreglara a las pocas semanas con River, tras la repentina renuncia de Astrada. Si las sospechas y acusaciones de aquel episodio causaron mella, en esta ocasión existen fundamentos para defender al hombre que les dio un título, un 7-0 ante Gimnasia y que prometió dirigir al equipo en la próxima Libertadores.
A partir de este escenario planteado a 60 kilómetros del Monumental, puede cambiar el guión con el que River encarará las futuras negociaciones. Hoy por la tarde habrá una reunión entre los principales dirigentes para hilar fino en el camino que se tomará en la búsqueda del nuevo entrenador. Y seguramente se plantearán las tres posibilidades que quedan tras el affaire Simeone y los no prematuros de Gallego, Bianchi y Francescoli. La primera sería asumir el valor de la salida del Cholo y del futuro contrato. La segunda implicaría fortalecer el objetivo que los dirigentes mantienen latente: el regreso de Ramón Díaz. Y la tercera, a la que recién se recurriría en caso de que se caigan las anteriores posibilidades, se plasmaría en la búsqueda de los técnicos que aparecen en una suerte de lista suplente: Claudio Borghi, Polilla Da Silva y Juan Ramón Carrasco.
Pero una lectura más fina permite inferir que el actor más favorecido en estas horas fue Ramón. El alto valor de su cachet ya no podrá ser utilizado en su perjuicio si se lo mira en términos comparativos con todo lo que demandaría la llegada del Cholo. Pero, en esencia, la figura del Pelado creció por peso propio. En Núñez se lo pondera como el mesías para la paz institucional. Los orgullos, para otras historias... Se sabe que Ramón es el único ser capaz de regalarles la mejor Navidad a los hinchas de River. En un año infeliz.