viernes, 2 de mayo de 2014

La cátedra del "Cholo" Simeone

"Eso (de que el fútbol lírico es lo único que sirve) es un juego mediático que sirve para vender. Hay un juego, que es el juego del fútbol y después el fútbol es muy amplio. Se gana de diferentes maneras y cada uno elige la suya. El Barça y la selección española nos llevaron a ir detrás de una idea que es hermosa, claro, pero para correr rápido hay que tener un auto bueno. Si tienes un auto menos bueno tendrás que buscar la manera de pincharle la goma al otro y correr lo más cerca de él que puedas". Así es el fútbol de Diego Pablo Simeone. Así lo define el mismísimo "Cholo" y así se entiende entonces que su equipo, el Atlético Madrid, haya vapuleado deportiva y pscológicamente al poderoso Chelsea para llegar a la final de la Champions League... 40 años después. Cuando Simeone se fue de Racing de manera intempestiva, allá por finales de 2011, lo hizo para intentar salvar del descenso a su amado "Aleti" que como jugador defendió durante cinco años divididos en dos etapas en las que completó 165 partidos y convirtió 31 goles. Se transformó en ídolo con el histórico doblete del equipo de la temporada 1995/96 que ganó Liga y Copa del Rey, siendo él el capitán de la escuadra. Su temple, su personalidad, su creer hasta el final, lo convirtieron en talismán del club. Hoy, que está a las puertas de ganar la Liga y la Champions como técnico, ya escaló al grado de ícono. Días antes de la semifinal con Chelsea, el "Cholo" brindó una entrevista de colección a la revista cultural española Jot Down en la que transmitió su filosofía futbolística, tal como se interpreta en el primer párrafo de esta nota, y otras ideas y frases que hoy cotizan en bolsa para entender al DT del momento. • Algunas de ellas: Ha tenido grandes entrenadores, y de muy diferente personalidad. ¿De quién ha aprendido más o cree que le ha influido más? "(...) Bilardo me marcó en mis inicios, pero después he crecido con Erikson, con Mancini, con Luis Aragonés, con Bielsa, Basile… No quiero decir uno porque no sería justo". Llegamos ya al Atlético, y eso que estuvo a punto de fichar por el Real Madrid… "Hubo una posibilidad sí, porque llegaba Artur Jorge y me quería a mí, pero el Madrid eligió a Valdano y Valdano eligió a Redondo. Yo digo que las cosas en la vida pasan por algo y evidentemente lo mejor que me pudo pasar es el Atlético". ¿Fue amor a primera vista lo del Atlético? "No. El recibimiento que me dio la gente nada más llegar, cómo me trató, fue más de lo que yo le di en el primer año. Me lesioné el hombro, estuve fuera dos meses y el equipo tampoco estaba en su mejor momento, nos salvamos a última hora en Sevilla, pero la afición siempre tuvo conmigo un afecto enorme. Debe ser que los del Atlético están preparados para ver gente con entrega y eso nunca me faltó (...)" Sus compañeros, cuando era jugador, siempre le recuerdan mandando, organizando. El entrenador estaba siempre latente en usted. A los diez años incluso un profesor ya le puso de director de orquesta en el colegio, ¿no es así? "El otro día charlando con mi hermana y viendo fotos de niños le comentaba justo eso. ¡Qué genio el tipo que me puso de director de orquesta! Se llamaba Bruno, Bruno Amasino. Era el profesor de música, un tipo aparte con mucha personalidad, un genio tocando el piano, tengo un gran recuerdo de él. Y el hombre me eligió para hacer de director de orquesta y había chicos más grandes que yo. La verdad que no sé por qué me eligió…" Cuando llega al Atlético como entrenador se hizo cargo de un equipo deprimido y en cinco meses ya estaban ganando un título. ¿Qué les dijo? ¿Recuerda su primera charla con la plantilla? "Sí. Nos juntamos en el vestuario y les dije que conocía el lugar y lo que necesitaba la gente y que lo único que no era negociable era el esfuerzo. Y ya después de eso, del esfuerzo, por la calidad técnica del equipo estaba convencido de que íbamos a salir, les dije que yo había pasado por ese momento y que al año siguiente salimos campeones. Un año peleábamos el descenso y al siguiente conseguimos el doblete. Y después de la charla cuando salí al campo y la gente me aplaudía también les dije: 'Miren a todos ellos, que en algún momento también me insultaron'. El fútbol es esto". ¿Y cómo se convence a una plantilla? "Eso no se puede explicar. Yo tengo una energía y vos podés tomarla o no tomarla, seguirme o no, pero no se puede explicar lo que hace un líder. O me sigues, o no me sigues. Yo no comparto que uno en el trabajo es de una manera y en la vida de otra. Vos sos de la misma manera siempre (...)". ¿En su relación con los jugadores es una mezcla entre autoridad y seducción? "Es convencerles de dónde está el rumbo. Autoridad no." Le cito: "Prefiero jugar bien que jugar lindo», «la posesión del balón no me interesa, es un cuento". ¿Qué significa para usted jugar bien exactamente? "Pues ayer escuché a Xabi Alonso que decía que tener la pelota por tenerla no tiene ningún sentido, la pelota hay que tenerla para ser concreto. ¿No lo leíste? ¡Extraordinario! Si lo dice Xabi Alonso ¿cómo no lo voy a decir yo? Que inventaron en España el juego tan bonito este…" ¿A usted le gustaba el Barça de Pep Guardiola? "Sí. Claro que me gustaba. Es el sueño de un entrenador hecho realidad porque aparte lo gestó él. La gran virtud de Guardiola fue haberlo armado para que se produjera". ¿El Atlético podría jugar así? "No". ¿Por qué? "Porque no somos el Barcelona. La construcción de las bases es diferente. El Atlético siempre tendrá más extranjeros que gente de la casa. El Atlético además es un histórico equipo agresivo, intenso, con compromiso, pasión, contragolpeador y fuerte defensivamente". ¿Y cuando otros entrenadores dicen algo del Atlético negativo? Le pongo un ejemplo. Tras el último derbi Ancelotti declaró que su equipo había rozado la violencia. "Es una apreciación de un grandísimo entrenador al cual respeto muchísimo". Vamos, que no me va a decir nada. Probemos de otra forma. ¿Le parece a usted su Atlético violento? "No. Es un equipo intenso". ¿Cuánto tiempo al día le dedica al Atlético? "El fútbol son veinticuatro horas. Voy al cine y mientras está la película viene una idea y en cuanto salgo tengo que coger el teléfono y llamar. O estoy cenando con gente y de repente se me va la cabeza en 'uy, si mañana este no juega, habrá que avisar al otro'. Así vivo yo el fútbol". Sobre su carácter "A mí nunca me gustó imponer el liderazgo, es algo que no se puede imponer. El liderazgo lo tienes o no lo tienes y en realidad te lo aceptan y te lo dan tus colegas y compañeros, ya sea en un equipo de fútbol, en el colegio, en la empresa o en un restaurante. Posiblemente siempre me gustó empujar, nunca me callé. Siempre busqué pelear contra el que sea, el poder o los humildes".

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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