viernes, 11 de abril de 2008

Cienmeone



El Cholo cumple su centenar de días de trabajo en el club, en el que logró imponer su estilo futbolístico y llevar a River a la punta, aunque sin llenar el paladar.

Cien días atrás, Diego Pablo Simeone se ponía las ropas de entrenamiento de River para comandar su primera práctica. Cien días atrás, el 3 de enero, el Cholo comenzaba a machacar con su idea futbolística y su innegociable reclamo de esfuerzo. Cien días, está claro, no bastan para darle forma completa a la criatura, para reconocer en detalle las facciones, para definir parecidos. Pero dan una idea: se sabe, ya, de dónde viene la semilla; y se empiezan a tejer los escarpines.

Para el balance preciso falta un botón importante: el resultado. "Lo hago en junio", avisa el propio Simeone, abriendo el compás de espera. Sin embargo, el Cholo consiguió en este tiempo imponer un estilo de juego y de trabajo, un discurso que inculcó desde el vamos el habla de la pelota más que el de la lengua. Desde que se presentó en Núñez para firmar su contrato, en diciembre del año pasado, hasta estos días, mantuvo el perfil bajo para declarar y lo mismo les pidió a los jugadores: hablen en la cancha.

Por lo que hace en la cancha, entonces, habrá que analizar estos días en los que los resultados dejan a un costado los cuestionamientos. Porque River está puntero en el campeonato, invicto en nueve fechas; porque es el equipo menos goleado; porque entre torneo y Libertadores consiguió el 71,43% de los puntos; porque está a un empate (incluso puede caer por un gol sin depender del otro resultado) de la clasificación a los octavos, a pesar de perder dos de los tres juegos de visitante; porque les dio vida a Abelairas y Villagra. Y porque esto recién empieza.

Su búsqueda ofensiva no logró, todavía, cautivar completamente el paladar de los hinchas. Ahí, tal cual reconoce ("estoy entusiasmado con que River juegue mejor"), radica uno de los déficits, aunque habrá que sumar que su equipo que va al ataque no grita mucho (poco más de un gol por partido), desde ya no golea (2-0 es su mejor diferencia) y le llegan demasiado (la figura es el arquero).

¿Será un éxito, será un fracaso? Habrá que esperar. Y no nueve meses.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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