sábado, 29 de marzo de 2008

¡Ovación para el Cholo!



Con el gol de Abreu, Simeone se relajó un poco y hasta bajó una bocha con clase. Aplausos a rabiar.

Nervioso como siempre y gesticulando como nunca. Simeone vivió, sufrió y gozó el partido a lo Simeone. Se empezó a preocupar y a mover los brazos impaciente cuando River no podía definirlo, pero explotó cuando la Católica le robó la pelota en el medio.

Los cambios, obligados por lesiones, buscaron recuperar la bocha en la línea de volantes sumando a Domingo con Ponzio. El Cholo no paraba de gritarle al equipo para que saliera del fondo y con sus manos dibujaba una pelota pidiéndoles que la tuvieran más, sin dividirla tanto.

Apenas pudo desahogarse cuando Abreu se sacó la mufa y la metió. Nunca dejó de estar parado al borde de la cancha, pero el gol del uruguayo lo relajó un poco. Tanto como para ganarse la primera ovación en el Monumental. ¿Por el triunfo? No, llegó una pelota altísima al banco y el Cholo la bajó con clase. No tuvo dramas en arriesgar sus zapatos galácticos y se ganó los aplausos.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

.

.

.

.

.

.