jueves, 14 de febrero de 2008

Simeone: "Nos faltó claridad, y cuando no jugás bien, perdés"



El DT tuvo que alterar sus planes tácticos y el ritmo que suele imprimirle a su equipo sufrió una interrupción.

Cuando Diego Simeone por fin pudo liberarse de polémicas y lazos contractuales para asumir la gran empresa de conducir a River y tratar de sacarlo del ostracismo de títulos en el que está sumido en los últimos años, seguramente imaginó que no sería para nada fácil. Y no caben dudas de que, más allá de alguna alegría reparadora en el verano -3 a 2 a Boca en Mendoza, por ejemplo-, ya sintió en carne propia lo complicado que puede ser encaminar un equipo y dotarlo de un estilo en el club de Núñez.

El debut exitoso en el torneo Clausura, con una actuación sólo regular ante Gimnasia de Jujuy, ya se desdibujó con la floja actuación de ayer con la clara derrota ante el ignoto Universidad de San Martín, un equipo con sólo cuatro años de experiencia en el profesionalismo. Más allá de las explicaciones de Simeone sobre lo que fue el desarrollo del partido, está claro que le faltan muchas horas de trabajo para lograr una idea de juego clara y efectiva. Sin contar las frases de circunstancia que dejaron a la pasada Sebastián Abreu ("así es la Copa Libertadores") y Matías Abelairas ("ya está, tenemos que pensar en el próximo partido"), el único que aceptó hablar de lo que había sucedido un rato antes, en el debut de River en este certamen, fue Simeone. "Nos faltó claridad -admitió-, y cuando no jugás bien tenés muchas posibilidades de perder." Para el DT, "el primer gol llegó en un momento no deseado e inesperado, y a partir de eso el partido fue más favorable para ellos", aunque rescató la reacción de sus dirigidos: "Generamos algunas llegadas, pero no jugamos bien".

Más allá de que su estilo es hiperactivo y logra quedarse quieto muy pocos segundos delante del banco de los suplentes, los movimientos del Cholo durante el partido marcaron un poco la intención rara vez correspondida de ordenar un poco a sus jugadores. Sus indicaciones permanentes fueron la evidencia de que el equipo estuvo sin respuestas la mayor parte del tiempo.

El esquema preparado para llegar con mucha gente al área rival que le imprimió a su Estudiantes campeón y que intentó otorgarle deliberadamente a este River en los primeros partidos del año, sufrió una interrupción en este debut copero. Simeone apostó por la solidez antes que el riesgo y paró dos líneas de cuatro más ortodoxas que el 3-3-1-3 de los torneos de verano, con Ortega como volante más adelantado y Abreu y el chileno Sánchez de punta. Pero River nunca tuvo la pelota ni el aplomo defensivo que se buscaba, y el primer gol peruano hizo que el DT desarmara ese esquema más cauto para arriesgar un poco más en busca del empate. En realidad, el funcionamiento de River no varió demasiado. El equipo no aprovechó los costados como forma de desequilibrio, como pregona permanentemente su entrenador, y las llegadas se produjeron con centros anunciados e intentos por el centro de la defensa rival. No fue solución el ingreso de Radamel Falcao por Domingo en el arranque del segundo tiempo, no se notó esa decisión de más riesgo, y el equipo se fue quedando sin respuestas hasta resignarse con el último tanto del argentino Díaz.

Dentro del balance negativo que habrán hecho anoche los hinchas de River, seguramente no se pasaron por alto un par de antecedentes negros. En 2003, River perdió la final de la Copa Sudamericana casualmente con otro equipo peruano, el por entonces casi desconocido Cienciano, que lo batió en la final jugada en Arequipa por 1 a 0 (3-3 habían salido en el Monumental). Después, en la versión 2007 de la Libertadores, el conjunto de Núñez también fue sorprendido por un conjunto de los denominados "no tradicionales" en competiciones de alto nivel internacional. El primer partido de River como local en aquel torneo terminó en una inesperada derrota ante Caracas, cuando el 8 de marzo último el conjunto venezolano lo venció por 1 a 0 con un gol del chileno Pablo Pozo. Luego, quedó eliminado en esa primera etapa.

Un torneo que no trata bien al DT de River
Diego Simeone sólo conoce la derrota en partidos correspondientes a la Copa Libertadores. Le tocó debutar como técnico de Estudiantes en el Morumbí, en el partido de vuelta de los cuartos de final de 2006, ante San Pablo, con una caída 1-0 (después quedó eliminado en los penales), y ayer volvió a perder, esta vez con los peruanos de San Martín.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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