El Cholo destacó que su mayor alegría fue que se logró "un triunfo colectivo" y dijo que vio un River más compacto.
Como si se hubiera sacado un peso de encima, el duro del Cholo se aflojó. Abandonó esa postura rígida y seria que lo acompañaba hasta ayer. En la cancha, cuando gritó el gol de Abelairas como un poseído. Afuera, cuando se permitió sonreír varias veces en la conferencia.Sobre todo cuando le preguntaron si al final del partido Ramón Díaz lo había saludado: "No, pero porque no me lo crucé, je. Yo salí para el vestuario enseguida... Ramón tiene una historia dentro de River y nosotros recién empezamos a trabajar, con mucha humildad", dijo un distendido Simeone, feliz por el resultado y por el pronunciado avance futbolístico. "La mayor alegría es que fue un triunfo colectivo", se regodeó.
El Cholo trató de no entrar en detalles sobre el esquema de juego y reiteró que no se ata a ningún sistema porque quiere "encontrar las mejores situaciones para el equipo". Pero sí enumeró las virtudes del River que pasó por arriba a San Lorenzo. "Todos se esforzaron. Hay que interpretar que cuando las individualidades se ponen al servicio del equipo, crecen. Fuimos un equipo. Más ordenados, más compactos, entendimos cómo jugar el partido", argumentó el DT con su tono de voz aún afectado por los constantes gritos.
Detallista como siempre, Simeone también marcó las "cosas" que todavía River debe mejorar: "Más allá de que no pasamos apuros, en el segundo tiempo, debimos tener la pelota más arriba. La tenencia debió ser más dinámica y más vertical". Pero, según él, lo mejor está por venir, ya que River tiene mucho margen de crecimiento. "No es que antes no éramos un equipo, siempre hubo una idea global. Pero nos falta vuelo futbolístico, continuidad de juego y tenencia de la pelota. Pero eso lo vamos a encontrar con el andar. El hincha tiene que estar contento porque hay mucha actitud: los jugadores pelearon cada pelota como la última, algo que no es un detalle menor", elogió este cultor de la garra.
Igual, el festejo duró muy poco. A la noche, el DT se sentó delante de la TV a mirar videos de los últimos partidos del América. "¿Si el equipo me deja tranquilo? Tranquilo no se puede estar nunca en el fútbol. Sí me pone contento el crecimiento. Pero hay que seguir, eh", advirtió.
