martes, 22 de enero de 2008

Simeone: sin demasiada conexión hasta que todo se alteró



El sábado próximo, en Mar del Plata, los técnicos Diego Simeone y Carlos Ischia por primera vez serán actores principales del choque entre River y Boca; sus vínculos con la tradicional rivalidad.

MAR DEL PLATA.
- La indirecta relación que existía entre Diego Simeone, River y Boca sufrió un repentino cambio. El 15 de diciembre, tras la presentación como nuevo DT millonario, se modificó para siempre el status de hombre periférico que acompañó al Cholo durante años. Dejó de ser un personaje sin afinidad respecto al clásico más relevante del fútbol local para convertirse en una figura destacada, con peso propio. El próximo sábado, en esta ciudad, su imagen acaparará una porción importante en el primer superclásico de la temporada.

Pero sin vivir en carne propia las sensaciones del partido de mayor convocatoria de la Argentina, el Cholo ya les había enviado un mensaje a los hinchas. Fue un día antes de la final que jugaron Milan y Boca, por el Mundial de Clubes. "Me preguntaron: ¿quién querés que gane? Dije Milan. Esto es muy simple: ¿qué voy a decir, Boca? Imposible. Esto es blanco o negro", dijo el DT.

Producto de las inferiores de Vélez, con 18 años emigró a Europa, donde forjó su carrera futbolística. Pisa, Sevilla, Atlético de Madrid, Inter y Lazio ocuparon a lo largo de 16 temporadas la mente del volante, que en 2005 regresó al país para cumplir un sueño: jugar en Racing, equipo del que es hincha. Y no contento con vestir la camiseta de la Academia, no vaciló en tomar las riendas del plantel en 2006, después de la renuncia de Quiroz.

Los duelos que mantuvo en las inferiores con Leonardo Astrada cada vez que Vélez se medía con River constituyeron un nexo con la entidad de Núñez. Por la misma época, y debido al apodo, su nombre tuvo un fallido acercamiento con Boca. Fue Victorio Spinetto, DT de Vélez en las categorías formativas, quien lo llamó Cholo por primera vez. Copió el mote de Carmelo Simeone, jugador que también se inició en Vélez y triunfó en Boca. El apodo confundió. Las características entre Carmelo y Diego tenían puntos en común: garra, sudor, temperamento, y no faltó el desprevenido que pensara que se trataba de otro caso de padre e hijo futbolista. Nada de eso. Sólo formaba parte del imaginario del público.

Pero si las virtudes como jugador lo emparentaban con Boca, no hay que indagar demasiado para llegar a la conclusión que luego de su trayectoria por Europa el Cholo adoptó costumbres y rasgos distintivos que lo unían a Núñez. La vida refinada, el look para vestir, la exposición pública, el glamour La imagen cerraba a la perfección.

Las visitas al vestuario Angel Labruna cada vez que jugó con la selección fueron otro punto de contacto con River, y la final dirigiendo a Estudiantes para dirimir con Boca el título del Apertura 2006 fue un guiño para los millonarios. Llevar a sus hijos al instituto River Plate fue un contacto circunstancial. Las referencias que le habían acercado sobre las divisiones infantiles -ahí juegan Giovanni y Gianluca- y la cercanía geográfica -vive en Nordelta- fueron determinantes para la decisión.

Las desventuras de Passarella generaron que los dirigentes pensaran en el Cholo en caso de cosechar una derrota ante Boca, en el clásico del 7 de octubre último. En Núñez desmintieron la versión, y el propio entrenador asegura no haber mantenido contactos en ese momento. Pero la movida lo instaló con fuerza entre los principales candidatos para suceder al Káiser.

Por la propuesta de juego, por objetivos -River acumula tres años y medio de sequía en cuanto a logros-, por su obsesión por ganar con un juego ofensivo, cuadra para el crítico momento por el que transitan los millonarios. Ahora, en cuatro días aquel personaje periférico empezará a escribir su propia historia en el partido más importante del fútbol criollo .

Ganó el más importante

Como entrenador, Diego Pablo Simeone se cruzó cinco veces con Boca. Como conductor de Racing, cayó en una ocasión. En Estudiantes, perdió dos encuentros, empató uno y triunfó en uno, la tan recordada definición del torneo Apertura 2006, por 2 a 1.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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