River, primero, y Boca y Racing, después, pretenden los servicios del actual entrenador de Estudiantes, el club que sabe que no podrá retenerlo porque sus pretensiones superan los esfuerzos de los directivos
En La Plata comienzan a ver con nostalgia la figura de Diego Simeone como entrenador, ya que su futuro inmediato estaría en River, el club cuyos allegados lo tentaron hace unos meses, tal como adelantara Infobae.com, para que sea el sucesor de Daniel Passarella.
Boca, a través de Diego Maradona, y Racing, apelando al sentimiento del entrenador, son los otros dos equipos que apuntarían a sus servicios.
Lo concreto es que Simeone no seguirá dirigiendo a Estudiantes, ya que esto está supeditado a la continuidad de Juan Sebastián Verón y Sebastián Domínguez, además de Rodrigo Braña.
El caso de Verón es simple: enemistado con la dirigencia, tiene un pie en el fútbol de los Estados Unidos, para el que fue tentado hace unos meses. Esta situación dejaría la excusa justa para Simeone.
En La Plata, de todos modos, se aferran a una última esperanza: que el actual entrenador quiere dirigir al equipo en la Copa Libertadores.
River es el primero en esta carrera por el entrenador y tendría unos cuantos cuerpos de ventaja, ya que además a Simeone le daría un enorme prestigio.
Pero ahora aparecieron en carrera Boca y Racing, los dos que ven en Simeone a su salvador.
Lo de los xeneizes depende del futuro de Miguel Ángel Russo, quien a su vez está en la cuerda floja y sólo lo salvaría la obtención del Mundial de Clubes. De no ganarlo, su alejamiento del cargo sería un hecho.
Incluso, hasta se habla de que Russo podría ser la alternativa de Estudiantes en caso de que se vaya Simeone.
Y en Racing, a quien se le acaba de ir Gustavo Costas distanciado con la mayoría del plantel, saben que el arribo de Simeone garantizaría unos meses de tranquilidad, ya que cuenta con el aval de los hinchas y su paso por el club, tanto en su papel de jugador como en el de entrenador, dejó un inmejorable recuerdo.
