Si Diego Simeone no hubiese estirado tanto su decisión, no hubiese buscados excusas absurdas y hubiese sido sincero con el hincha, seguramente la gente le hubiera perdonado que se vaya a River. De la manera en que actuó, las aguas estarán divididas, entre como lo despidieron con aplausos después de haber oficializado su alejamiento y los que no le perdonarán haber abandonado el barco antes de la Copa.
La realidad marca que el Cholo se despidió de los jugadores y después organizó un comunicado breve de dos minutos en donde oficializó su alejamiento del club.
El técnico habló ante todos los medios locales y nacionales y no permitió la repregunta. Estas fueron las palabras del ex entrenador Pincha: “Nos vamos, dejamos Estudiantes” fue la frase que tenía pensada hace unos días para dar por terminado su llamativo alejamiento.
Luego manifestó que “me duele irme por todo lo que hemos construido. Estoy tranquilo, agradezco a la gente y a los jugadores por lo profesional que han sido”. Y siguió con su monólogo “fue un día muy difícil, me sentí incómodo, pero tranquilo y dejo un equipo con un rasgo muy marcado”. Por último sostuvo que “agradezco a la gente que coreó mi nombre”.
