Ni bien terminó el partido ante Newell's en el Monumental y con el doloroso empate que deja a River solitariamente último en la tabla de posiciones del Apertura, el entrenador Diego Simeone liberó parte de su bronca dándole una trompada al banco de suplentes y terminó con una mano lesionada.A tal punto, que en lugar de ir al vestuario Ángel Labruna, el Cholo tuvo que dirigirse al centro médico del Antonio Vespucio Liberti para que le atiendan la mano izquierda lesionada. El episodio se produjo mientras la prensa se dirigía al salón de conferencias, donde se informó que el encuentro con los periodistas podía postergarse debido al incidente.
Así, una vez más, el técnico de River demostró la impotencia que le genera la falta de respuesta por parte de un equipo que sólo ganó un partido de 12 jugados en el torneo local. Con ese panorama, se mantiene la incertidumbre sobre si Simeone llegará a viajar a Guadalajara la próxima semana o si renunciará antes de que finalice su contrato, a fines de diciembre. El partido del sábado ante Lanús resultará crucial en la decisión del Cholo.
