El dirigente millonario negó los rumores de un probable cambio de técnico tras la salida de Ramón Díaz de San Lorenzo. Incluso, rechazó aquellas versiones sobre un posible enroque que terminara con el Cholo en Boedo. “Hoy, es una locura hablar de Ramón”, sostuvo Cuiña.
La reciente renuncia de Ramón Díaz en San Lorenzo abrió un nuevo -aunque corto- capítulo en la eterna novela protagonizada por River y el técnico más ganador de la historia millonaria. Ante la libertad que tendrá el Pelado a partir de julio, algunas versiones indicaron que su futuro podría estar ligado al club de Núñez si Diego Simeone no logra conquistar el torneo Clausura. Pero el dirigente millonario Rodolfo Cuiña salió a desmentir esa posibilidad alegando que “sería una locura prescindir del Cholo ahora”.
La frustrada negociación de diciembre, los cuatro años sin campeonatos y el presente incierto que atraviesa el equipo de Núñez, provocaron un eco inevitable en el Monumental, el mismo que surge cada vez que River se queda sin técnico. Pero, en esta oportunidad, los rumores se echaron a correr a raíz de una declaración que hizo el propio Simeone la semana pasada, en la que aseguró no saber si seguirá en Núñez después de junio por considerarse atado a la suerte de los resultados.
Incluso, Cuiña mismo sostuvo ayer en declaraciones a La Red que no lo sorprendió la renuncia de Ramón porque “en el fútbol de hoy, si no se alcanzan los objetivos, son cosas que pueden ocurrir”. Sin embargo, el directivo millonario al mismo tiempo dio por hecho que el Cholo continuará en River por más que el equipo no logre el tan ansiado torneo local. “Está perfecto que en San Lorenzo quieran a Simeone, pero ahora está con nosotros y lo queremos mantener. River va a tener Simeone para rato, si Dios quiere”, señaló el dirigente y empresario.
Además, luego del deslucido episodio de diciembre, el riojano en River se convirtió en palabra prohibida. Sí, una vez más. “Ramón es un hombre del club, pero lo que pasó a fin de año no fue algo bueno, porque no le hizo bien a River. Si bien el tiempo cicatriza las cosas y capaz algún día pueda volver, hoy la herida está abierta porque no cumplió el arreglo que tenía con Aguilar”, explicó Cuiña.
