Los brazos se sacudían de un lado al otro, pero ni así podía sacar a sus hombres del fondo. Los saltitos repetidos demostraban el enojo por un pase mal dado. Y los puños apretados marcaron el simple y efusivo festejo por esos tres puntos que lo devolvieron a la punta. Enseguida, una rápida caminata hasta el vestuario para ya poner la cabeza en lo que viene, lo que viene: San Lorenzo y la Copa. Se sabe que en el librito de Simeone las ideas futbolísticas se parecen a las que escribió Bielsa en el suyo, pero en el capítulo de cómo vivir los partidos la inspiración parece haber sido Bilardo. El "ganar, ganar, ganar" que repite el Cholo lo acerca al Narigón tanto como su manera de gozar de los momentos gratos. "Es difícil disfrutar. Se disfruta la previa, el ambiente, pero el árbitro toca el pito y no disfrutás más", reconoce el técnico de River, que seguramente hoy sí se permitirá un tiempo para relajarse y celebrar su cumpleaños número 38.
Igualmente, Diego Pablo sabe que no podrá entretenerse demasiado con los brindis y las velitas porque se viene San Lorenzo, se viene el superclásico, se viene "una semana linda, importante. Primero hay que pensar en el miércoles. Tengo respeto por Ramón Díaz y por el plantel con grandes figuras que tiene. Por eso salió campeón, pelea el campeonato y también la Copa. Nos vamos a encontrar dos equipos buenos, pero nosotros pensamos en hacer nuestro partido", analizó el DT sobre el cruce de ida por los octavos de final.
Más adelante no quiso mirar. Repitiendo su ya clásico "lo más importante es el hoy" la única respuesta que dio sobre al superclásico fue respecto a cómo hará para cuidar su impecable traje cuando esté llegando al banco visitante. "Tengo mucho respeto por la gente, veremos qué pasa", fue su simple mensaje, con una sonrisa, pero sin ponerle pimienta al choque con Boca.
"Nunca espero, lo que viene, viene", rechazó la posibilidad de elegir su regalo de cumpleaños. Viene Ramón, San Lorenzo, la Copa, el súper... Regalate triunfos, Cholo.
