Diego Simeone gambetea mejor que Ariel Ortega a la hora de hablar de la Selección Argentina. Sonríe cómplice cuando sale el tema porque entiende hacia dónde va la pregunta. Sabe que hablar con él es hablar de ese tema porque es un entrenador joven y exitoso, repleto de promesas. Y esa camiseta celeste y blanca que lo identificó durante tanto tiempo parece destino seguro en el futuro. Aquello del cuchillo entre los dientes para graficar cuando algún jugador se hacia símbolo, o ese reconocimiento permanente a tanto viaje y esfuerzo para estar siempre con la Selección, son su sello.
-¿Sentís que River puede ser el paso previo ideal para llegar a ser el entrenador de la Selección?
-Yo lo que siempre sentí de jugador, y sobre todo cuando volví al país, es respeto por mi paso por la Selección. Mucho más por el jugador, que por el nuevo DT que emergía, claro está. Pero no pienso en ser el técnico de la Selección. No busco alimentar mi ego por lo que puedan hablar bien de mí, porque tampoco me bajoneo si hablan mal por un proceso que no resultó como uno esperaba. Estoy tranquilo y sé que hay pasos que hay que cumplir y que esta responsabilidad con River es tan grande que no puedo ver mas allá del 3 de enero, que es cuando tendré mi primer contacto con el plantel.
-Entonces ni pensás en eso...
-Yo creo que en la carrera de cada persona hay objetivos grandes. Y hoy ese objetivo es River. En mis proyectos hay grandes objetivos, pero sé que tengo que hacer todo bien hoy, para que ese reconocimiento siga estando. Tengo que seguir haciendo las cosas bien sino eso desaparece.
-Pero tu nombre parece como una fija para un futuro no tan lejano, ¿percibís eso?
-Mirá, por este proceso pasaron Ruggeri y Burruchaga no hace tanto. Pero el fútbol es hoy, hoy, y hoy. Y como para mí no hay mañana, y se vive día a día, esto sigue con el trabajo y nada más. Entiendo la expectativa de la gente y entiendo también que cada vez sea más grande porque esperan más y mejores cosas de vos. Y si bajás en el rendimiento, seguro que aparecen los peros. Y empezarán los "Al final no estaba para eso". Yo pienso en el día a día y en River y eso lo tengo bien claro.
