domingo, 30 de diciembre de 2007

Las heridas abiertas que dejó su traumática salida de Estudiantes



Diego camina por la calle Gorlero y lleva a Carolina, su mujer, del hombro. Pasean como dos turistas cualesquiera que se detienen frente a algunas vidrieras. Acompañarlos varios pasos atrás es un buen ejercicio para advertir qué momento atraviesa el vínculo de Simeone con la gente. Es cierto que esta ciudad es un termómetro singular. No se trata justamente de un espacio muy futbolero, pero a juzgar por la interrelación, la imagen del Cholo parece a salvo. Las voces de aliento y los pedidos de fotos y autógrafos tapizan su recorrido por las veredas esteñas. Pero se puede tratar de una realidad distorsionada...

-¿Cómo vas a reaccionar cuando vayas a la Plata, por la 5a fecha del Clausura, y los hinchas de Estudiante te griten traidor?

-Con respeto hacia la gente con la que conviví un año y medio muy lindo. Después... todavía falta mucho... En estos momentos no estoy pensando qué va a pasar porque siento la tranquilidad de que no especulé nunca.

-Esa es la parte más difícil de creerte en esta historia...

-¡Pero qué tengo que hacer para que me crean! Esperé, esperé, esperé... acerqué las partes, busqué consenso, esperé, esperé y nada. No me fui de Estudiantes por River; si se daban las condiciones yo me quería quedar en La Plata. Durante mucho tiempo estuve advirtiendo las necesidades que tenía y tendría el equipo. Mucho tiempo... River ni existía. River sólo apareció el domingo, a la mañana siguiente de irme de Estudiantes.

-En 2002, al volver del Mundial de Japón, dijiste que si un hincha por la calle te insultaba lo ibas a entender. ¿Ahora también?

-Lo respeto... No puedo estar en la cabeza de todos y no le puedo explicar a uno por uno las situaciones que yo viví. Obviamente, las decisiones que a veces hay que tomar son fuertes y pueden gustar o no, pero son decisiones. Y, evidentemente, tomando la decisión que tomaba, sabía a lo que me exponía. Pero también sé del afecto y el gran recuerdo que voy a tener siempre por Estudiantes, más allá de lo que pase en la 5a fecha. A mí, un momento, no me va a cambiar el año y medio vivido.

-¿Aunque se te caiga encima el estadio con insultos...?

-No, ni así.

-Las actitudes marcan un precedente. No creés que hoy puede haber un hincha de River temeroso de que en junio llegue una oferta de Atlético de Madrid y te vayas...

-La verdad es que no pienso en eso porque no me fui de Estudiantes para irme a River. Como yo no hice eso, no se me viene a la cabeza que alguien pueda pensar así. Estoy contento con lo vivido y tranquilo con lo que pasó; Estudiantes me dio la posibilidad de asentarme como entrenador. En la vida, muchas veces se mide a la gente por los últimos momentos, pero yo no soy de esa idea. Creo que a la gente hay que medirla con una balanza, poniendo cosas buenas, cosas malas, aciertos, errores... y yo por todo lo que me dio la gente de Estudiantes tengo muchas cosas a favor.

-Pero la salida no fue prolija ni elegante. Con perspectiva, ¿no asumís que algo hiciste mal?

-Seguramente en todas las decisiones extremas algunos errores en el camino uno comete. Pero repito: lo más importante de todo es que no especulé y si en alguna situación elegí un paso inconveniente para el que escuchaba, siempre lo hice pensando en el equipo.

-Bueno, describí alguno de esos errores que ahora advertís.

-Una de las cosas que me duelen es no habérselo comunicado a los jugadores antes del partido con Olimpo. No era que no confiaba en ellos y pensaba que al enterarse de mi decisión ya no me iban a responder, pero sí necesitaba y quería que Estudiantes terminase con 30 puntos, ya que todo lo que hice lo hice pensando en el bien de Estudiantes, más allá de que la decisión sí la tenía tomada antes del partido. Esto me lo reprocho porque los jugadores siempre se comportaron muy bien conmigo... En un momento pensé en decírselos, pero no lo hice.

-Entendés a Verón, entonces, que te reprochó no haber dicho las cosas de frente. Esa fue una desprolijidad...

-No, no, no, no fue una desprolijidad, no me gusta la palabra desprolijidad. En ese momento, pensé más en el equipo. Creía que esa situación podía hacer que los jugadores sacaran el foco de atención del partido y nada me importaba más que sumar los tres puntos.

-A Abadie lo decepcionaste.

-De Abadie no hablo. Puedo hablar de Alegre, que estuvo con nosotros en todo momento. Abadie venía, de vez en cuando, a la mañana. Alegre fue el que siempre estuvo, el que me llevó y al primero al que le dije que me iba.

-¿Qué es lo que más te duele de una crítica?

-La realidad es que no me pone contento cuando aparecen un montón de halagos hacia mí; entonces, del mismo modo, no me puede poner mal cuando hay gente que piensa lo contrario. Si el 50% está de acuerdo conmigo, es un montón. El halago y la crítica siempre van a estar presentes; uno es una persona con gran exposición.

-Pero, insisto, ¿cuál es la crítica que más te duele?

-Cuando alguien elige criticar para obtener un beneficio de eso. Ahí sí me molesta, porque en el fútbol nos conocemos todos.

-¿Cómo te trata la gente hoy en la calle?

-Bien... desde que volví al país siempre la gente me ha tratado muy bien. Siento un respeto para conmigo.

-Pero,desde tu salida de Estudiantes, ¿nadie te hizo pasar un mal momento?

-No, no...

-Si se hiciera un sondeo de tu imagen, ¿creés que seguís teniendo la misma adhesión que antes de tu salida de Estudiantes?

-Es que el sondeo de imagen es muy extraño... va por momentos, por olas. Entonces, en este momento la ola puede estar más baja o puede estar más alta según a quién le preguntás. Es todo según. Yo me manejo siempre de la misma manera. Obviamente, soy de tomar decisiones fuertes: cuando dejé de jugar en Racing me decían que estaba mal, que no era bueno dirigir a mis ex compañeros, que no era ético... Cuando llegué a Estudiantes algunos dijeron que era muy joven, que no tenía prestigio para dirigir... Bueno... Estoy tranquilo conmigo mismo, que es lo más importante.

-¿Es verdad que cuando dejaste la cancha de Estudiantes, tras el último partido con Olimpo, la barra te paró y te dijo que podías irte tranquilo, que estaba todo bien?

-No, mentira, mentira. La gente que estaba en la salida, que ya sabiendo que me iba me aplaudió, era gente común, no de la hinchada.

Sensini, el sucesor en La Plata
"Por Néstor tengo un gran respeto y una gran amistad tras estar tantos años viviendo en Europa. Me pone contento que él sea el DT de Estudiantes porque sé que los jugadores le van a responder; tiene un grupo de hombres fantásticos. Aspiro a que les pueda sacar aún más de lo mucho que me dieron a mí. Con el apoyo de Sebastián, que es íntimo amigo de él, para Néstor va a ser muy bueno."

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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