jueves, 27 de febrero de 2014

"Ya existe el estilo Simeone"

Apasionado como el primer día que se paró en el banco, el Cholo deja su huella en España. “Nosotros trabajamos en la Argentina y fuimos criticados”. Cuenta cómo pasó de atacar siempre a ponderar el equilibrio defensivo. Saqué a Menghi? ¿En qué minuto? Ah, sí, pero estoy casi seguro de que salió lesionado. Nunca saco a un jugador a los 8’ del segundo tiempo, y menos a un lateral por otro lateral. Entró Barroso, ¿no?”. Diego Pablo Simeone estira la sobremesa en el restaurante De María en Cerro del Espino, Majadahonda, mientras busca imágenes, datos, curiosidades entre sus recuerdos. Giuliano, su hijo menor, mira goles en el teléfono de su papá mientras en el plato no quedan rastros de la milanesa. El Cholo, a ocho años de aquel 25 de febrero del 2006, juega a poner a prueba su memoria. Lo tienta bucear en su debut como entrenador, justo en un clásico ante Independiente. “Jugó Crosa... No, jugó Cabral, me acuerdo”, aporta mientras repasa aquella primera formación de corrido. -¿Qué es lo primero que recordás de ese día? -Era importantísimo. Ya había decidido ser entrenador y jugar los últimos dos partidos. Vivía el final de mi carrera. Fue el momento de subirme a una ilusión, la de transmitir el sentimiento y la pasión por este juego. -¿Por qué aceptaste debutar justo en un clásico? -No era la idea. Habíamos pedido una semana más de tiempo, pero Fanesi se fue antes y todo se adelantó. -¿Qué recordás de esa primera charla técnica? -La hice en el hotel Amerian, en la habitación de Vivas. Quería que estuviéramos bien apretados, buscaba que las reuniones no fueran en lugares muy abiertos, me parecía que la idea se podía escapar. Entonces metimos a 18 jugadores más el cuerpo técnico en un cuarto para tener al grupo bien unido. Quizá no es la mejor explicación, pero lo sentí así. -¿La preparaste mucho? -Siempre fui espontáneo en las charlas. Creo que cuando vos la preparás demasiado se termina escapando, pierde la intención. Estuve tranquilo, tenía a Nelson, al Profe... El cuerpo técnico lo fui preparando dos años antes, mientras hacía el curso de entrenador. Marín me había dicho que agarrara y ya le había dicho dos veces que no. También había hablado con Almeyda, pero no pudo. El sistema que usamos fue un 4-2-3-1, más europeo. En la Argentina ese sistema había llegado hacía poco. -¿Te ves muy cambiado? -Sí. El paso por Catania me hizo muy bien, me equilibró. Al principio pensaba en atacar siempre. Con el tiempo descubrí que la mejor forma de pensar en cómo ganar está en tu equilibrio defensivo. Hoy busco equilibrio en ambas partes. En cuanto al sistema, siempre nos adaptamos a los jugadores. -¿Qué error recordás? -En el San Lorenzo-River por la Copa. Yo pensé para adelante, ganando 2-0... Pensé: “Me faltan 30 minutos, un gol me lo pueden hacer”. Entonces fui a buscar el tercero, con dos hombres de más. El tipo ofensivo dice “puta, qué valiente fuiste”. Desde el tipo equilibrado que soy hoy, no lo haría, no lo buscaría poniendo más delanteros si no desde otro lugar. Otra mala fue haberme ido de River faltando poco. Lo hice para no dejarlo último. Tendría que haber apostado yo a que no saliera último. -¿Un acierto? -Con el Chelsea poniendo cinco en el medio. Aquel partido por la Supercopa de Europa fue el mejor como entrenador. En general, empezamos demasiado fuerte. En seis campeonatos no bajamos del sexto puesto, salimos campeones dos veces, salvamos a un equipo del descenso en nuestro primer semestre... -¿Hoy lo vivís más tranquilo o igual de apasionado que hace ocho años? -Me noto más equilibrado desde todos los lugares. Pero en la Argentina siempre se potenció todo lo que hice: el traje que usaba, el jefe de prensa, los planteos, mi forma de vivir los partidos... Veo a Guardiola que en el Bayern grita como loco cuando una jugada no sale y su equipo gana todos los domingos. Pero a nosotros nos miraron con lupa. -¿Por qué? -No sé. La sociedad es así. Todo lo que nos produce un cambio, a los argentinos nos cuesta. En ese momento no había un preparador de arqueros puro, o la forma de vestirnos... Siempre me sentí respetado como jugador de Selección. Y hoy noto que al DT se lo está empezando a respetar más. No busco que me quieran, pero me pone contento que gente que antes tenía un pensamiento, hoy vea nuestro trabajo distinto y lo valore. -¿Tus equipos, como el actual, juegan como vos? -Apuntamos a un equipo con compromiso. Y es una palabra muy grande: compromiso para jugar, correr, entrenar, respetar al rival, comprender la inteligencia de este juego... En el Atlético de Madrid lo estamos logrando. Y es fantástico: el compromiso, en la vida, muy poca gente lo tiene. Acá tenemos un ida y vuelta constante. Me preguntan: ¿qué hiciste? Y la verdad, nada raro. Cuando el jugador siente confianza, rinde. -Desde que empezó la temporada flotan en al aire pronósticos del tipo “se cae”, “no aguanta”... Pasó más de medio campeonato y no se cayeron. ¿Cómo hiciste? -Tenemos una línea de trabajo. Sabemos que somos peligrosos, difíciles y muy competitivos. También entendemos que el Real Madrid y el Barcelona están lejos de nuestras chances de soñar en 40 fechas. Pero nos sentimos cercanos a ellos en el día a día. -¿Los rivales le temen al Atleti por incómodo? -Cuando llegué, lo primero que dije fue: me gustaría ser un equipo molesto. Y lo hemos logrado. Molesto es ser competitivo y que sepan que para ganarnos tendrán que correr el triple y trabajar el doble. Somos incómodos y el rival lo siente. -¿Cuál es el techo? -Es un equipo competitivo, valiente, no tiene temores y quiere seguir ganando. No tenemos techo porque veo a un club detrás de una idea. Son importantes los dirigentes en el cambio y en la competencia interna que le dan al entrenador. -¿El triunfo ante el Milan, de visitante, fue uno de los más importantes? -El otro día me comentaban que el Real no le pudo ganar nunca al Milan allá. Es importante pero no determina. La revancha será dura, conozco a los italianos. -Está de moda un paradigma: el estilo Guardiola. ¿Te sentís cuestionado al tener una idea distinta? -Al principio costó aceptar que hay diferentes maneras de jugar, porque en España normalmente juegan todos de la misma forma... Salvo cuando necesitan puntos en las últimas diez fechas. Nosotros entendemos que debemos sacar puntos desde la primera fecha. Vivimos el fútbol así. De a poco, es valorado: no fuimos detrás de una idea sino de la historia de un club. Y el Atlético de Madrid históricamente fue un equipo agresivo, intenso, contragolpeador, molesto. -¿Ya existe un estilo Simeone? -Cada entrenador tiene un estilo distinto. Sí, tenemos una marca, un estilo. -¿Molesta no ser reconocido en los premios FIFA? -No. Si no entendés ciertas situaciones, no podés convivir con este ambiente. A buen entendedor... -¿Qué representa para el fútbol argentino que haya cuatro entrenadores en la Liga española? -Lo bueno es abrir puertas. Nosotros trabajamos en la Argentina y fuimos criticados. No me olvido cómo lo criticaban a Pizzi en San Lorenzo, lo que luchó Martino para reconstruir a Newell’s... Los de acá somos los mismos que trabajamos allá, eh. En la Argentina hay técnicos que lo están haciendo bien. Por ejemplo Guillermo (Barros Schelotto), Matías (Almeyda), lo que propone Godoy Cruz... Hay que respetar a los que proponen porque tienen una idea. Hay que valorar el trabajo que uno hace en la Argentina. Somos los mismos que después venimos acá... Y es muy difícil meterte en España. -Se viene el Real. ¿Es un problema jugar con Barsa y Madrid tan seguido? -Es mejor. Con Burgos decimos siempre que en las pretemporadas jugaríamos tres amistosos con el Real y tres con el Barsa. Porque les vas perdiendo el miedo. En la prensa ves diez páginas de uno, diez del otro, ganan 4-0 y parece que fuera 16-0 porque el partido te lo repiten cuatro veces... Te van mostrando una situación de temor, que cuando empezás a jugar el partido contra ellos ya vas perdiendo. Los equipos que vienen de afuera de España los enfrentan de otra forma, porque se les animan más. Están menos impregnados de lo mediático. Si fuera por mí, jugaría siempre con ellos. -A la distancia, ¿podés seguir a Giovanni en River? -Sí. El está bien, aprendiendo. Hay delanteros importantes como Cavenaghi, Teo, Menseguez, que es un buen chico. Si tiene la chance de sacarles el jugo, le va a servir. Tiene algo importante: es delantero. Y si logra sostener ese lugar con goles, será bueno para él. -Como padre y DT, ¿le rompés mucho? -No. Trato de no interferir en su crecimiento como jugador. Sí le digo que debe hacer goles. Vive del gol. Miro los partidos cuando juega él, cuando juega Racing... -¿Es muy duro no tener a tus hijos con vos? -Lo más difícil. Pero es una elección: nadie me puso una pistola para estar acá. Soy feliz haciendo lo que quiero, pero no tengo a mis hijos, que son lo que cuenta en la vida. La única manera que te acerca a ellos es la calidad de tiempo que les puedo dar, que me sientan presente. Una persona puede estar todos los días y no estar nunca. Yo intento estar presente cada día. El Cholo apura el postre y busca unas zapatillas que quedaron abajo de la mesa. Giuliano está en silencio. Apoyado en la silla. En medias. Giuliano se durmió...

domingo, 23 de febrero de 2014

Simeone: "Cuando el rival es mejor, hay que felicitarle"

El argentino Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, manifestó en rueda de prensa que ha sido mayor el mérito de Osasuna que los deméritos de su equipo en el 3-0 encajado en El Sadar. El preparador argentino indicó que fue un "muy buen partido" de Osasuna en los primeros veinte minutos. "Nos sorprendieron en el primer tiempo y no nos encontramos". Dijo que, tras el descanso, su equipo mejoró pero no llegó el gol que les "metiera" en el partido. "Cuando el rival es mejor, como fue Osasuna, felicito al rival", aseguró Simeone. Preguntado sobre si el planteamiento, con cambios en el once inicial, no salió como él esperaba, contestó: "A resultado puesto, sí". Simeone aseguró que, en el descanso, les dijo a sus jugadores "lo que siempre se dice", y ha recalcado que la actuación de Osasuna fue "muy buena". Por parte de su equipo ha recalcado que fue un partido "malo" que y no hay "más cosas" que contar. El técnico argentino recordó que su equipo tuvo dos acercamientos al comienzo del encuentro por medio de Filipe Luis y de Diego Costa al área navarra, pero a partir de ahí Osasuna "empujó" e hizo "daño" a pelota parada. "Nos hizo gol y ya se rompió el partido". Simeone admitió que su equipo no jugó "como lo suele hacer" y que al menos en la segunda parte "mejoró" el nivel. "Prefiero perder como en la segunda parte, donde el equipo quiso jugar".

viernes, 21 de febrero de 2014

El Atlético Madrid del Cholo Simeone dio el golpe en San Siro y sueña con los cuartos

MILAN.- Con la tranquilidad de que la eliminatoria tiene 180 minutos, Atlético Madrid se aseguró no perder hoy en el San Siro: se marchaba contento con el 0-0 hasta que, de pelota parada, Diego Costa puso el 1-0 para darle un gran empujón al equipo del Cholo Simeone en la Champions League Parecía que Atlético apostaba a sellar el pase a los cuartos en el partido de vuelta, en Madrid. Pero, luego de 83 minutos de un partido muy disputado, sin ocasiones claras para ninguno de los dos equipos, apareció la efectividad de los colchoneros con la pelota parada para festejar como visitante. Tras un córner desde la derecha, el Lagarto Costa aprovechó un balón perdido en el aire y conectó de cabeza para desconcertar a Abbiati y silenciar a los 80.000 espectadores en Milán.

El Cholo Simeone va en Europa tras los pasos de Luis Aragonés

El Cholo Simeone ha logrado hacer del Atlético un equipo fuerte no sólo en España sino también en Europa. El balance de Simeone en partidos de competición continental es extraordinario. Precisamente ante el Milán cumplió su partido 25 dirigiendo al Atlético en encuentros europeos. De ellos ha logrado 21 triunfos, un empate y tres derrotas. Su primer partido fue un 1-3 a domicilio frente al Lazio, en Roma, y esa temporada 2011-12 el Atlético no paró hasta levantar el título en la final de Bucarest ante el Athletic de Bilbao. Los tres equipos que derrotaron al Atlético en Europa fueron el Plzen, el Académica de Coimbra y el Rubin Kazán. En los años anteriores, el Cholo jugó la Europa League: un año fue campeón y en el ejercicio pasado cayó ante el Rubin Kazán en una eliminatoria que pasará a la historia por la jugada desgraciada de Asenjo en el Calderón. El año pasado el Atlético dio más prioridad a la Copa del Rey, que finalmente ganó, que a la Europa League. Este año disputa Champions y el Atlético no conoce la derrota en los siete partidos que ha jugado (seis de fase de grupos y el de Milán). En el balance histórico de entrenadores, Simeone es el segundo que más partidos ha dirigido en Europa (25), tras Luis Aragonés, 43. Y también es el segundo que más triunfos ha conseguido, 21 por los 23 que logró el Sabio de Hortaleza. Está, pues, a dos de ser el técnico del Atlético que más partidos ha ganado en competición europea.

Simeone: "Es un buen paso pero queda mucho por jugar en el Calderón"

Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, declaró que el portero Thibaut Courtois "fue fundamental" en la victoria de su equipo en San Siro ante el Milán (0-1) en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. "El partido arrancó bien para nosotros. Los primeros diez minutos fueron buenos, pero a partir de una pérdida de pelota, el equipo empezó a perder terreno, a meterse atrás y el Milán estuvo cerca de lastimarnos", dijo el técnico a Canal Plus. "En el segundo tiempo, el equipo cambió y tuvo más agresividad y cambió el destino del encuentro", añadió. Simeone comentó sobre el Milán que "propuso un juego ofensivo, sobre todo por banda izquierda" en la que el defensa argentino Emiliano Insúa se mostró más vulnerable. "Ellos propusieron un juego ofensivo por esa zona, pero en cualquier banda pueden lastimar". "Courtois fue fundamental. En el primer tiempo le paró una pelota muy peligrosa a Poli y en el segundo todos estuvieron bien y Diego Costa aprovechó muy bien la oportunidad que tuvo", manifestó Simeone, que luego, en rueda de prensa, agregó: "Estas eliminatorias las definen episodios y jugadores diferentes. Courtois y Costa acertaron" "Sabemos que la Liga de Campeones es muy difícil. Nos enfrentamos a grandes campeones. Es un gran paso, pero queda la vuelta en el Calderón", añadió el técnico, que sacó al campo a Cristian Rodríguez y Adrián López porque veía que el partido "se rompía" y quería "velocidad" y avisó: "El resultado es bueno pero no hay que fiarse".

lunes, 17 de febrero de 2014

El día que Simeone destrozó al Milan

Si hay alguien que conoce bien San Siro en el vestuario del Atlético, ese es Diego Pablo Simeone. No en vano, aquel estadio fue su casa durante las dos temporadas que militó en el Inter, además de visitarlo durante otras muchas tanto con la camiseta del Pisa como con la de la Lazio. El Cholo, más allá de saber lo que es ese coliseo como local, también sabe cómo vibra para alentar al Milan y cómo trata de amedrentar a sus rivales. Más aún si se trata de un derbi. Pero hubo un día en el que ni todo San Siro pudo acallar un grito del Cholo. Un 22 de marzo de 1998, el ahora técnico del Atlético destrozó, literalmente, al conjunto rossonero. Por aquel entonces, Simeone vestía la camiseta de un Inter que peleaba en lo más alto con la Juventus, mientras a su eterno rival solo le quedaba el consuelo de llevarse el derbi en una campaña que estaba siendo aciaga. El equipo vagaba en la zona media de la tabla a pesar de contar en sus filas con jugadores como Desailly, Maldini, Albertini, Donadoni, Weah, Kluivert o Boban. La visita del Inter era el clavo ardiendo al que se agarraban para dar al menos una satisfacción a los hinchas. Pero entonces apareció Simeone. Primero, en el minuto 42, para elevarse por encima de cuantos defensas saltaron del Milan y firmar el 0-1 a la salida de un córner. ¿Les suena? Así finalizó el primer tiempo. Unos se impacientaban mientras los otros veían cómo salvaban una fecha difícil para seguir pugnando por el título doméstico. Tras el intermedio llegó un tal Ronaldo para hacer el segundo y dejar el partido encarrilado. Pero el derbi no acabaría ahí. Con todo el Milan volcado en busca de la remontada, volvió a aparecer la figura del argentino. "¡Lo he hecho, lo he hecho!" El Cholo, tras 87 minutos de terrible esfuerzo, recogió un balón suelto en su campo para cruzar al galope la cancha y plantarse delante de Rossi, al que dribló con un regate hacia la izquierda para, ya casi desde el suelo, mandar el cuero a la jaula: 0-3. Los propios compañeros de Simeone recuerdan aquella actuación del Cholo como algo increíble. Bergomi, por ejemplo: "Teníamos en el equipo a jugadores como Ronaldo, pero aquel día la estrella fue él. Primero marcó un gol en una de sus especialidades, que era el remate de cabeza. Después, ya al final, condujo un perfecto contragolpe solo y batió muy bien al portero por abajo". Cauet, por su parte, insiste: "El ritmo del partido fue intensísimo. El Cholo marcó el 0-1 con un gol pleno de fuerza y de capacidad para dejar atrás defensas, saltar y conectar el remate de cabeza. Luego, el segundo es un gol pleno de potencia, de determinación y de calidad. Él llega bien a un pase que le doy yo en el centro del campo y se recorre más de 50 metros sin que ninguno de los tres defensores del Milan le pueda alcanzar. Cuando llega a la frontal del área, pese a tener a Ronaldo a su derecha, regatea y remata. Fue un gran gol". El propio Cauet recuerda que Simeone gritaba en la celebración "¡lo he hecho, lo he hecho!", mientras corría hacia el banquillo para abrazarse con sus compañeros. Aquella diana, que resume la garra y la fuerza con la que Simeone encaraba cada encuentro, supuso un punto y final metafórico para la temporada 97-98 del Milan, al igual que podría suponerlo una eliminación de los rossoneri a manos del Atlético en la Champions. El fantasma del Cholo vuelve a aparecer en su trayectoria. Como en 1998.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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